Nunca me habían parecido del todo útiles. Para escribir y trabajar el ordenador, y para el ocio la tableta. Un engendro que fuera ambas cosas, parecía que no podía ser buena para ninguna de las dos. Y creo que estaba totalmente equivocado.
Después de fantasear con el uso que le podía dar desde el sofá o viajando empecé a investigar las características. La gran mayoría de estos dispositivos (HP o de otras marcas como Acer o Medion) son Atom X5 Z8300, o el Z3735F los modelos anteriores. 2 GB de memoria RAM y 32 o 64 GB de disco duro eMMC, ampliable con tarjeta MicroSD. Seria suficiente? En los comentarios de las diferentes plataformas de venta las opiniones son de lo mas variadas, desde “No lo puedo utilizar de lo mal que funciona” a otros que están encantados del rendimiento. Yo formo parte del segundo grupo. Estoy realmente sorprendido. Si bien es cierto que Windows 10 no es mi sistema operativo favorito, lo mueve perfectamente bien.
La parte estética y funcional para mi es perfecta. La tableta no es demasiado gruesa para utilizarla suelta, y es tan manejable como cualquier otra tablet de 10 pulgadas. Unirla al teclado es tan sencillo como acercarla a los anclajes, que a través de imanes la colocan en su sitio. Y es muy difícil que se separen por accidente, así que hay que ser muy manazas para que se te separe haciendo caer una de las dos partes.
A la hora de escribir no es tan incomodo como los primeros Netbook de 10″, ya que las teclas están separadas y facilitan la escritura.
La potencia del conjunto es limitada, pero más que suficiente para un uso doméstico actualmente. Puede realizar todas las tareas de forma simultánea sin notar una ralentización del sistema: Navegar por internet, ver un vídeo en YouTube, escuchando música de fondo y con algún programa de desarrollo ligero.
Se carga a través del puerto USB C, que es reversible, y la batería dura con un uso continuo alrededor de las 6 horas. Así que puedo estar dos o tres días sin cargarla. Cuenta con una entrada USB 2.0, una salida mini-Hdmi y el lector de microSD.
En conclusión, son unos dispositivos muy versátiles y con mucho que ofrecer, siempre conociendo sus limitaciones. Si se consiguen a buen precio (esta unidad “Refurbished” me costo menos de 150€, pero en el mercado se pueden encontrar nuevas alrededor de 200€) son una gran alternativa para tabletas menos potentes.
Para mi, todo un “Mata-iPad”.
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